domingo, 6 de enero de 2013

Carta (náutica) a los Reyes


Para mamá un crucero, de quince días o más, en el barco que hay dentro de la botella. Y que incluya cena de gala con el capitán. Para papá, para pachím. Y un traje para que esté guapo en esa cena. Para la abuela un trozo de papel muy grande, de colores, para que pueda construirse un barquito y surcar esas malditas lagunas. Para él unas gafas de buceo, para que pueda descubrir qué se esconde en lo más hondo. Para ella un volcán, en erupción, con su magma y su flujo piroclástico. Y un bote para poder verlo desde la costa. Para mí, lo mismo que te pedí el año pasado. Y más botellas vacías para lanzarlas al mar. Y para ti unas buenas gafas, para que puedas leer bien esta carta y no vuelvas a equivocarte.

Microrrelato-Microcuento-Microrrelatos-Hiperbreve

6 comentarios:

Miguelángel Flores dijo...

De todos me quedo con ese papel para que al abuela se haga un barco con el que cruzar las lagunas. Me llegó hondo, hondo, Victor.

Espero que al final se hayan portado bien.

Rosa dijo...

Yo también me quedo con el regalo de la abuela...Será que me hago mayor?

Besos desde el aire

montse dijo...

Sort i molta imaginació per donar color als dies grisosos.

Pedro Sánchez Negreira dijo...

Una carta que tiene mucho más entre líneas que en -en este caso- blanco sobre negro, Víctor. Aplaudo este micro por cuánto dice elidiendo.

Un abrazo,

Javier Ximens dijo...

Me gusta lo de la abuela. Quizás me sobren personajes, no llego a entender tanto "él" y "ella". Ahí se me escapa algo, sospecho que alguien le está levantando la pareja al narrador.

Víctor dijo...

Yo también me quedo con ese papel para la abuela, Miguelángel. Me alegra que gustara la imagen. Y me alegraría que surcara esas lagunas. Un abrazo.

Será que las abuelas tienen algo, Rosa. Abrazos desde el suelo.

Gràcies, Montse. Aquí a Lleida els dies acostumen a ser grisosos. Emboirats, si més no. Una abraçada.

Me alegra que así lo veas, Pedro. Además de decir elidiendo, también calla muchas cosas. Un abrazo.

Más que microrrelato, Javier, se trata de una carta a los reyes algo personal. Supongo que por eso de te escapan cosas. Supongo que por eso mismo no quiero decirlas. Un abrazo enorme.