lunes, 7 de junio de 2010

Difícil empresa


Por favor, sea breve, dijo el jefe a su hombre de confianza. Y sepa que le encargo a usted la puesta en marcha del negocio, porque lo considero como un hijo. Alentado por el cumplido, en poco tiempo se ganó al personal. Usó vistosas artimañas, los invitó a lujosos banquetes donde el vino jamás se terminaba, y les lanzó discursos y promesas que nadie de la competencia podía igualar. Le ordenaron ser breve y lo fue: regresó a la sede con la misión cumplida en poco más de treinta y tres años.

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Este microrrelato partició -sin éxito- en el concurso "Por favor sea breve"

25 comentarios:

Pedro Peinado dijo...

No hay dolor, Víctor. Seguiremos dando guerra.

Abrazos.

Maite dijo...

No podrán con nosotros! Seguiremos intentándolo.

Un abrazo

Torcuato dijo...

¿Seguro que cumplió la misión?

Muy bueno tu visión de los evangelios.

Un abrazo Victor.

David Moreno dijo...

Es buen micro Víctor. Veremos a ver los 20 elegidos (doy por hecho que serán de grandísima calidad)

Un saludo indio

Anonima Mente dijo...

Muy bueno Víctor, sea elegido o no, merece aplausos.
Un saludo

Arcangelo dijo...

A mi me encanta. Quizá daria un poco más de pista sobre que en realidad se trata de una revision de los evangelios sobretodo a través del título. Algo así como Evangelio según San Adam Smith. Aún así, la alusión a la brevedad quizá es lo que más le falla. ¿Brevedad divina, quizá?

Mar dijo...

Muy bueno Victor, me gustó.

Saludos

Javi dijo...

A mí también me gusto.
Te deseo mucha suerte

Jesus Esnaola dijo...

No pudo ser est vez, pero habrá más.
Buen intento.

Jesús Contreras dijo...

Ser seleccionado en un concurso es difícil empresa, más porque no depende de uno mismo. Me gustó el micro.

Saludos,

Esteban Dublín dijo...

Es un gran cuento, Víctor, precisamente por eso quiero leer los finalistas. Sé que hay gran calidad y sin duda son 20 cuentos extraordinarios. Hay que felicitar a los seleccionados.

Anónimo dijo...

Es un micro que gana con cada lectura, me gustan los micros así.

En fin, como diría Dori, sigamos nadando, nadando, nadando....

Saludín

R.A.

Nel Morán dijo...

Era un concurso poco creyente. La próxima vez mándales una cuenta del rosario. Se pierde la confianza en 33.

Blogsaludos

Xuan dijo...

Y al perdedor del concurso de microrrelatos Por favor sea breve, le preguntaron su nombre.
Y contestó que su nombre era Legión.

Pablo de la Rúa dijo...

Hola Víctor, a mí me gustó. Este año tampoco llegué a tiempo. Una pena. Un saludo.

David Baizabal dijo...

Pues ya será en ora ocasión. DE cualquier modo es un buen microrrelato.

Saludos

Víctor dijo...

Gracias a todos por comentar. Esperaba más comentarios sobre el microrrelato y menos muestras de apoyo (que no necesito porque ya tenía muy asumida mi derrota). Pero bueno, no pasa nada. Ya iré colgando mis otros intentos.

Saludos a todos.

Maite dijo...

Víctor, creo que tu comentario de "relato no ganador" nos ha llevado a hacer comentarios sobre el concurso más que sobre el micro.

El relato es brillante. El traslado bíblico al sustrato de la realidad es muy imaginativo y crítico.

Yo considero que era un buen candidato, pero me quedo con su lectura y disfrute, que a fin de cuentas es para lo que nace.

Un abrazo mayúsculo

Miguel dijo...

Amén.

Saludos bíblicos.

Claudia Sánchez dijo...

Pues chico... pocos quieren meterse con temas religiosos planteados en estos términos (me refiero al concurso).
Personalmente, no es de los que más me gustan. Pero ya sabes, para gustos, colores.
Saludos!

Lola Sanabria dijo...

Me parece un micro fantástico. Y no lo digo por el tema. Está muy bien llevado de principio a fin. Requiere de un lector atento.

Enhorabuena.

Ratadelaboratorio dijo...

Me da la sensación que son aquellas personas que no se sabe por que están en ese cargo y lo que único que se viene a la mente a todos "seguro que alguien lo puso a mi". Ahí viene los comentarios y cuestiona miento del profesionalismo.

Víctor dijo...

Gracias por los comentarios. Lola, un placer tenerte por aquí. Ratadelaboratorio, bienvenido a las Realidades para Lelos.

Unknown dijo...

Espléndido retrato de la relatividad del tiempo.

Víctor dijo...

Todo es relativo, Carlos. Dedicar 33 años a organizar un próspero negocio (lleva ya casi 2000 años y mueve fortunas) tampoco es tanto tiempo. Un saludo.