miércoles, 14 de abril de 2010

La llamada

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Suena el teléfono de madrugada. Me despierto, miro la pantalla del móvil -número privado- y presiono el botón verde. Javier Pérez, pregunta una voz al otro lado de la línea telefónica. No, se equivoca, respondo malhumorado, y mientras cuelgo se escuchan débiles unas excusas en el altavoz. A los dos minutos, a punto de quedarme dormido de nuevo, vuelve a sonar el teléfono. Descuelgo, y la misma voz de antes pregunta, Javier Pérez. Ya le he dicho que se equivoca, que aquí no vive ningún Javier Pérez, le suelto alzando la voz. Oh, perdone, siento molestarle a estas horas, debí de marcar mal el número... Idiota, pienso mientras le cuelgo el teléfono a media disculpa. Como no puedo reemprender el sueño, la tercera llamada ya no me sorprende. Javier Pérez, inquiere de nuevo la voz. Sí, soy yo, miento, ¿ocurre algo? Sí, señor Pérez, acabo de matar a su hijo. Cuelgo, apago el móvil y, aunque estoy soltero y no tengo hijos, no puedo pegar ojo en toda la noche.

31 comentarios:

David Moreno dijo...

No me extraña, cualquiera duerme sabiendo que alguién ha cometido un asesinato, juaz
Si alguna vez suena el teléfono de noche me acordaré de ti y el señor Pérez... jeje

Un saludo indio

marialuisa dijo...

Uff, yo tampoco podria,
final impactante

saludos

Pablo de la Rúa dijo...

Fíjate me ha gustado como llevas al lector durante toda la conversación, pero me ha decepcionado un poco el final y no sé por qué. El ritmo de la narración magífico.

Manu Espada dijo...

Como Pablo, pensaba que ibas a acabar de otra forma, aunque a mí no me parece mal. Es más, seguramente sería más previsible si al final resulta que el personaje sí es él y, pese a estar soltero, ve una foto de su mujer y su hijo sobre la mesilla (yo me esperaba esto). Muy Millás, el ritmo es fantástico. Muy bueno.

Manu Espada dijo...

Como Pablo, pensaba que ibas a acabar de otra forma, aunque a mí no me parece mal. Es más, seguramente sería más previsible si al final resulta que el personaje sí es él y, pese a estar soltero, ve una foto de su mujer y su hijo sobre la mesilla (yo me esperaba esto). Muy Millás, el ritmo es fantástico. Muy bueno.

Manu Espada dijo...

Perdona, pero la verificación de palabras no me daba por bueno el comentario y se ha duplicado.

dijo...

A mi també m'ha agradat. Suggerent, com una condensació d'una novel·la negra. O un inici. O un final. Bé, molt bé.

Mar dijo...

Si me gustó, con un final muy bueno

Jesus Esnaola dijo...

A mí me ha gustado mucho, Víctor. Si me permites, tan sólo me gustaría hacerte dos apuntes gramático-semánticos. Donde dices "debí marcar mal el móvil" debería ser "debí de marcar". Después utilizas el verbo "reprender" que según creo no tiene el sentido de retomar, como he entendido que lo usas, sino sólo el de regañar, reñir, corregir.
Sólo te lo digo con la mejor intención para que un par de tontadas no fastidien un buen micro.
Espero no haberte molestado, esto de no conocernos hace que uno tema ser malinterpretado al hacer observaciones de este tipo.

Un fuerte abrazo

santamaría dijo...

muy bien contado y el desenlace muy bueno. como a pablo me pasa algo con la última frase, creo que es muy larga y aporta poco, ya sé que no es perez y me puedo hacer una idea de lo que siente, pero tampoco sabría cómo terminar.

Posmoderna dijo...

Dios Mio! que terrible, supongo que con una llamada asi, nadie podria volver a pegar un ojo en meses!
saludos

Claudia Sánchez dijo...

Muy bueno Víctor! Yo me estaría preguntando qué me habría dicho si hubiera contestado "soy yo" la primera vez. Estaría pensando si esas excusas que escuché no eran las del "hijo de alguien" que mataron por mentiroso. Definitivamente me hubiera sentido culpable.
Saludos!

Gotzon dijo...

Uy como se pase por aquí Javi Perez, que susto! jeje

Anónimo dijo...

Coincido con Manu,el final distinto a lo esperado marca la diferencia.


Salut

R.A.

Esteban Dublín dijo...

Aunque yo le recortaría algunas frases, el cuento me parece fabuloso. El final es real, conciso, sorprendente y tremendamente humano.

Jesús Contreras dijo...

Hola, Víctor. El escrito me pareció de lo más ágil que te he leído. El final es como es, aunque quizá yo hubiera intentado buscarle otro. Seguramente hubiese acabado desistiendo. De todos modos, no me pareció nada mal, sobre todo por ese toque tan humano del protagonita.

Un saludo.

Luis Gonzalí dijo...

Y si el hombre realmente era padre y no lo sabía... Yo creo que esa hipótesis da más miedo...

Saludos

Martín Gardella dijo...

Opino como Esteban en cuanto a que podría recortarse un poco. Pero creo que la longitud también ayuda para hacernos sentir molestos como el protagonista. Buen final. Me gustó mucho. Saludos

Un Poco Rara dijo...

Esto parece autobombo pero esa no es la intención.
Terminé una serie de micros en blanco y negro en mi blog. Vaya aquí la invitación a iniciar una nueva saga a partir de los mismos elementos. Es una invitación a jugar.

http://unpocorara.blogspot.com/2010/04/que-me-contas.html


También me parece que al final decayó pero es un lindo relato.

Anónimo dijo...

Huy, la idea de Luis Gonzalí da para un relato.

R.A.

Víctor dijo...

En eso consistía el relato,Indio. En que el prota no es la persona que buscan,pero al final es como si lo fuera. Cuestión de empatía (como pongo en las etiquetas). Un saludo.

Ni tú, ni muchos, podrían, Marialuisa. Un saludo.

Sí, Pablo, el final es un tanto brusco, pero no encontraba otro modo de salirme de él. Gracias por lo del ritmo: me costó unas cuantas revisiones. Un saludo.

En esta ocasión,Manu, quise dejar el final un poco abierto,sin buscar los tres pies al gato. Aunque tu final propuesto me parece de losbuenos. Un honor (injustificado) que lo compares con Millás, uno de los grandes. Y no te preocupes por duplicar los comentarios, son gratis. Un abrazo.

Víctor dijo...

Me n'alegro mil, Ló, que t'hagi agradat. És que entre Larssons, Browns,i tota aquesta gent, és difícil no acabar treient res amb regust de novel·l negra,encara que sigui sense voler. P.& A.

Me alegra que te/os guste, Marcia y compañía. Un saludo y gracias por comentar.

Oído cocina... Gracias por los apuntes, Jesús. Ya están corregidos. Y no, evidentemente no molestas advirtiéndome de los errores. Para eso están los comentarios, para decir lo que no está bien, para que pueda mejorar. En mi defensa diré que un tercio de la culpa lo tiene mi bilingüismo diglósico catalán-castellano, otro tercio las prisas por colgar el texto, y el otro tercio de culpa es mío. Un abrazo, Jesús.

Tienes razón ahora que lo dices,Santamaría. Esa frase final no aporta mucho y es redundante. Aunque no sé cómo reformularla. Un saludo y gracias por comentar.

Víctor dijo...

Aquí no pegará ojo ni el asesino,Posmoderna. Un saludo y gracias por comentar.

Veo, Claudia, que si empiezas a hacerte preguntas, el relato gana. Cualquier posibilidad es aceptable. Un abrazo.

Ya te digo, Gotzon, si se pasa por aquí le digo que yo no soy Víctor. Un saludo.

Es que, mi querida comentarista anónima, con lo difícil que está poner un final original,no previsible,de calidad y que sorprenda sin ser muy sorpresivo,ya no sé cómo acabar las historias. Me alegro que ésta te convenciera. Y sí, la idea de Luis da para otro relato. Un abrazo.

Gracias, Esteban. Algó sí se podría recortar... la última, por ejemplo que es un tanto redundante. Me gusta que te convenza el final por ser humano: quise por una vez alejarme de los finales fantásticos e irreales. Parece que -más o menos- funcionó. Un abrazo.

Víctor dijo...

Muchas gracias por lo de la agilidad del texto, Jesús. Y lo delfinal, yo también intenté buscarle otro y al final desistí. Y tú también viste lo del final humana, saliéndose de la fantasía habitual de los desenlaces. Un saludo.

Quizás por eso no pudo dormir, Luis. Vuestras aportaciones,muchas veces, acaban haciendo más grande el relato. Un saludo.

Gracias,Martín. Como ya dije por aquí arriba, yo también recortaría, pero hacia el final. Lo demás me parece que tiene un ritmo aceptable y me sabría mal cortarlo. Un abrazo.

Acabo de ver eso de la invitación, Un Poco Rara. En cuanto pueda te mando algo. Y ahora me leo los b/n. Sí el final decayó... pero bueno, no pude hacerlo mejor. Un saludo.

Belén dijo...

Bueno, el recado ya lo tienes, por si te llama el interesado...

Besicos

DANIEL SÁNCHEZ BONET dijo...

creo que la idea es excelente, como siempre.

el final no me sedujo tanto.

Pero, sin duda, eres uno de los maestros.

Por cierto, tenemos que ponernos en contacto. Lee cuando puedas el correo.

Saludos.

Walter dijo...

Muy bueno Víctor. Me gustó el quiebre del final.
También me interesa cómo trabajás el diálogo con las comas. :D

Javier Ortiz dijo...

Buen relato. Y para mi, el final está muy bien; es un final abierto. Coincido con la hipótesis de Luis Gonzalí, “Y si el hombre realmente era padre y no lo sabía”. O si lo iba a ser y ahora ya no lo será… En fin…

Saludos.

Víctor dijo...

Espero que no me llame, Belén, no me gusta anunciar desgracias. Un saludo.

Gracias, Daniel. EL final se me complicó, por eso lo dejé poco fantástico. Me pongo al día cuando pueda con el correo. Un abrazo.

Lo del diálogo con las comas, Walter, lo saqué de Saramago. Me gusta hacerlo así, da más rapidez, y hace al texto más ágil, menos entrecortado por el diálogo. Se integra más en el texto. Un saludo.

Gracias por el comentario, Javier. Me alegro que te gustara el final. Pudo ser mejor pero se quedó así. Y la hipótesis de Luis da para mucho. Un saludo.

Miguel dijo...

Yo por eso apago el móvil por la noches.

Relato con un toque a lo Paul Auster, pero... genial, Víctor.

Un abrazo.

Miguel

Víctor dijo...

Como no soy lector de Auster, Miguel, no encuentro el parecido, pero si tú lo dices... Un abrazo.